Ayurveda es el antiguo sistema para el cuidado de la salud, practicado en la India desde hace más de 5.000 años. Su nombre proviene del sánscrito y significa literalmente la ciencia de la vida.
Ayurveda involucra la práctica de un estilo de vida saludable, con énfasis en los siguientes aspectos:
- La higiene del cuerpo y la mente, dentro de una visión holística del ser humano que contempla una conducta sobria y armónica con la naturaleza.
- El cuidado de la salud.
- Regulaciones dietéticas.
- La prevención y el tratamiento de las enfermedades.
- La incorporación de prácticas de cuidados.
- El uso de preparaciones medicinales derivadas de plantas, entre otros aspectos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido al Ayurveda como un sistema de medicina tradicional organizado, con metas y objetivos claramente definido para la prevención y tratamiento de diferentes patologías. Así mismo, el Centro de Medicinas Alternativas y Complementarias (NCCAM), dependiente del Instituto de la Salud de los Estados Unidos también lo reconoce dentro del contexto de la medicina complementaria.
La farmacopea ayurvédica utiliza aproximadamente 1.250 plantas medicinales en formulaciones terapéuticas. En años recientes, se han realizado esfuerzos por encontrar la concordancia entre el Ayurveda, la farmacología, la farmacognosia, la química medicinal y la medicina basada en la evidencia. Los hallazgos han sido de un valor extraordinario; las investigaciones, han confirmado muchas propiedades terapéuticas que tradicionalmente se han adjudicado a una variedad de plantas medicinales y preparaciones utilizadas por este milenario sistema de salud y han conducido al desarrollo de medicamentos de gran utilidad para la humanidad.
Algunas de las plantas utilizadas por el Ayurveda que han sido objeto de estudios, y en las que se ha corroborado su actividad farmacológica, incluyen la Adhatoda zeylanica de actividad broncodilatadora, la conocida Azadirachta indica con su amplia variedad de actividades biológicas, la Curcuma longa L. con sus potentes curcuminoides, la Boswellia serrata que produce los antiartríticos ácidos boswélicos, la Bacopa monneri con sus bacósidos que mejoran la memoria, la también conocida Centella asiatica con sus asiaticósidos de propiedades cicatrizantes y para enfermedades de la piel, la Commiphora wightti que contiene el hipolipedémico y anticancerígeno guggulu guggulsterone, la Holarrhena antidysenterica que contiene la conesina con actividadad antidisentérica, y muchas otras de probada actividad farmacológica.
No obstante, sus usos tanto como medicamentos o nutracéuticos, deben ser objeto de la orientación médica, dado que muchos productos naturales pueden interactuar con los medicamentos convencionales.